Me desperté tarareando El rock and roll de los idiotas.
"Qué disparate de partida de ajedrez / con una partenaire adicta al jaque mate..."
No sé si lo soñé, si fue la lluvia, o simplemente Sabina, que cada tanto me ronda. En breve se ponen a la venta las entradas, leí por ahí. Debe ser eso.
Terminé un encargo de un desconocido y la serie Corazones.
Puse la carne en el horno, di vuelta el mate, y hago una pausa.
Facebook me recuerda el primer beso... ¿Te acordás? Uno en veinte, dijiste…
Pasó la tarde, y de noche me colgué a ver Kill Bill otra vez. Me gusta Tarantino y su forma absurda y cruel. El momento en que ella está entrenando, intentando romper una madera imposible con el puño, y el maestro le dice:
“A ella debería dolerle tu mano, y no al revés.”
Es una imagen genial. Cómo todo es relativo, cómo se puede alejar el dolor, o al menos no pensarlo siempre como algo solo propio. Y cómo, aunque sangren los nudillos, al final ceden el obstáculo y el dolor.
Así será.
Y es lindo recordarte.
Así es esta misiva: breve, cambiante, desordenada.
Para que no falten nunca cosas que contarte.
Y porque el primer beso merece un detalle…
Comentarios
Publicar un comentario