Los molinos arremolinan. Engullen vientos, trituran, transforman.
Todo viento necesita un molino: que lo frene, que lo oriente, que lo cambie. Las aspas que lo raspen, la fuerza que lo corte, la quietud que lo serene.
Todo molino necesita un viento: que lo mueva, que lo incite, que lo vuelva más útil.
La bocanada de aire, el vuelo en la semilla.
A veces soy molino, y a veces viento.
A veces soy molino, y a veces viento.
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